digamos que ganaste la carrera
y que el premio
era otra carrera
que no bebiste el vino de la victoria
sino tu propia sal
que jamás escuchaste vítores
sino ladridos de perros
y que tu sombra
tu propia sombra
fue tu única
y desleal competidora
(Blanca Varela)
Me ha llamado mucho la atención este poema.
Todo lo contradictorio, todo lo vertiginoso, todo lo abrumadora, todo lo desconcertante que puede ser la vida, se encuentra esclarecido en el poema. El poema es precisamente el curriculum vitae de la vida. Así es la vida, una carrera, un triunfo, una victoria, cuando no desaliento, derrota. Y lo mismo la consecución de la victoria no nos hace más que probar el sabor salado del esfuerzo, del tesón. Y es que, de hecho, una vida que transcurre lejos de los reflectores faranduleros, lejos de las cajas hipnotizadoras que por cada pixel que ganan en resolución, sus dueños pierden un poco de cerebro; lejos de las poses histriónicas, lejos del snob, trascurre la vida del 99.9 de la población mundial. Allí solo hay ladridos de perros, qué duda cabe. Todo es competencia, todo es una partida, un duelo. Esto es así, desde la aparición de lo que llamamos vida.Esto Poner sobre la condición humana de contradicción. Ay Hombre, ay humanidad, Tú eres, también, tu peor enemigo.
(Pueden escuchar a la misma autora recitando su poema en la carpeta de audios en el encabezado de este blog).
FacT
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