SINFONÍA JUNÍN Y AYACUCHO DE ENRIQUE ITURRIAGA

EL CONTEXTO

Ya antes del siglo XIX en todas las colonias españolas surgió un grito por la independencia. Europa era una ebullición de ideas, desde la revolución francesa. El grito libertad, igualdad, fraternidad hace eco en Latinoamérica. Desde Francisco mirada a Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, Andrés Bello, imbuidos en las nuevas ideas instan a sus compatriotas latinoamericanos zafarse de las cadenas de la corona española. España también estaba en crisis. Como nunca, su economía empieza a decaer producto de la precario mercantilismo en que había caído. Mientras que Inglaterra y Francia y los países del norte europeo atrás, experimentan los primeros frutos de lo que después será la Revolución industrial, España se subsume en un motor de producción casi medieval. América fue su salvación en estas etapas. Pero no iba a durar siempre: las grandes minas de oro y plata empiezan a angostar sus betas.
El grito de libertad cunde por toda Latinoamérica. Desde México hasta Tierra del fuego.
Desde Argentina hasta México los países, uno a uno, van proclamando su independencia.
El Perú lo hace el 28 de julio de 1821, pero toda la sierra del país y el norte está en poder del último virrery del Perú.

Como en una pieza de ajedrez, todo el poder español se va concentrando en el Virreinato del Perú.
Un 6 de agosto del 1824. Las tropas de Realistas se enfrentan en Junín (provincia del Departamento de Pasco), con las huestes Patriotas (en las que se encuentran ilustres militares Argentinos, Chilenos y Peruanos), saliendo estos últimos vencedores. Pero todavía no está consolidada la independencia. El ultimo virrey de América todavía cuenta con un numeroso ejército por los andes peruanos.
Era diciembre el año 1824, el ejército Patriota está formado ahora por casi todas las nacionalidades sudamericanas, al mando de ilustres generales peruanos (Bolívar estaba en la costa), decide dar la estocada final. Persigue al virrey y su contingente en paralelo, hasta que finalmente el 9 de diciembre, en las Pampas de Quinua, de la zona llamada Ayacucho, ambos ejércitos se trenzan en feroz batalla por sus ideales. La lucha es tenaz. Pero ya en la tarde hay una voz de victoria. Los patriotas han triunfado, el virrey ha claudicado, y se firma el acta de independencia total del Perú y de Latinoamérica.

EL AUTOR
Enrique Iturriaga resalta por su actividad docente y compositiva, así como su influencia en los medios culturales de su país. Fue alumno de Holzmann en el Conservatorio Nacional, de Honegger y de Mme. Plé-Caussade en París, y con Arthur Honegger? en la Ecole Normale. En su país fue Director de la Escuela Nacional de Música (Conservatorio Nacional) y maestro en varias universidades del Perú.
Su principales obras son:
Orquesta ha escrito Suite, Preludio y danza, Obertura para una comedia, Vivencias, Homenaje a Stravinsky y Sinfonía Junín-Ayacucho. Otras obras suyas son Canción y muerte de Rolando para voz y orquesta con textos de Jorge Eduardo Eielson, Tres canciones para coro y orquesta, Cumbres para coro a capella, Cuatro Canciones con texto de Javier Heraud y Pregón y danza para piano. De igual modo ha incursionado en bandas sonoras de películas y piezas teatrales.

«Iturriaga despliega en sus obras una tentativa de integración de elementos nativos y europeos. Estudió el piano y llegó a ser un ejecutante competente. En 1963 y 1964 fue enviado por su país al Congreso Interamericano de Educadores Musicales. Además, participó como jurado del Concurso Bienal de Música Chilena. En 1973 fue nombrado director de la Escuela Nacional de Música, antes Conservatorio de Lima. Ha practicado también el oficio de componer partituras para el cine, siendo su trabajo más importante en este rubro la música que creó para la película La ciudad y los perros (Francisco J. Lombardi, 1985), basada en la excelente novela de Mario Vargas Llosa. Ha publicado diversos textos y artículos musicológicos, concentrándose de manera especial en temas relativos a la educación musical. Entre las obras orquestales de Enrique Iturriaga destacan Canción y muerte de Rolando, Preludio y danza, Tres canciones, Suite, Vivencias. La Obertura para una comedia data de 1964, y fue estrenada ese mismo año en Lima, con la Orquesta Sinfónica Nacional de Perú dirigida por A. S. Málaga» (fuente: http://www.cultura.df.gob.mx/)



LA OBRA

La sinfonía Junín y Ayacucho es un homenaje a estas dos grandes batallas donde se selló la independencia latinoamericana.

Track 01
El I movimiento, Lento - Allegro, está en forma de sonata. Expresa la idea dramática del enfrentamiento en Junín entre los Húsares del Perú y las tropas realistas. En ciertas partes, se puede apreciar el crepitar de las trompetas y cornetas anunciando la batalla. Hay tensión, como en la misma batalla, que fue ganada por una acción valerosa de los Húsares.

Track 02
El II movimiento es Muy lento y expresivo. Adopta forma de canción con giros melódicos propios del Yaraví; expresa el dolor por los patriotas sacrificados en la lucha.

Track 03
El III movimiento es una danza de ritmos derivados de la marinera y del joropo (ritmos mestizos peruanos), que expresa la alegría por la victoria.

Track 04
El IV movimiento sugiere en su introducción (adagio) el amanecer en los Andes antes de la batalla definitiva en los campos de Quinua en San Juan de la Frontera (hoy Ayacucho). El carácter épico se refrenda al final del allegro con la cita culminante y majestuosa del Himno nacional del Perú.

Track 05
Bonus Himno nacional del Perú.